martes, 1 de marzo de 2011

Sagrada Naturaleza

Después de un tiempo que a DIOS gracias goce y compartí con la madre naturaleza, volví dispuesto y emocionado por contarles, lo extraordinario que es, el lugar más agradable para vivir, entre cerros, pinos y cipreses, entre pájaros y gran cantidad de flores y plantas silvestres, ¡Que bella es! La naturaleza es el espacio donde podemos encontrar paz, equilibrio, energía, belleza en todas partes y la oportunidad para congraciarnos con nuestro espíritu… que agradable es sentir la frescura de la tierra, recibir la suave mañana y poder respirar el aire puro, que te envuelve con un abrazo suave y fresco, sagrado y amoroso... beberme la pausada y sublime salida del sol, rodeado de árboles, nubes y pájaros y el río reflejándolo, el sonido de los arroyos que tan fácilmente alagan a mí sentido, un solo camino de hojas secas y plantas verdes pequeñas de tallos tiernos, beber del manantial y del agua que tan delicadamente reposan entre las hojas de las plantas, sentir al viento deslizar una caricia tan sublime y profunda que llega hasta el alma y por sobre todo, agradecerle al “tz’aqöl B’itöl” es decir: “Creador” por la grandiosa obra que ha creado para que lo disfrutemos todo… ¡es tan fácil dejarse seducir por ella¡

Ciertamente, mi viaje ante todo, fue una maravillosa oportunidad de aprender y vivir la vida, me deje llevar inevitable y naturalmente, fue una interacción con ella y los ancianos, camine con ellos, aprendí de su sabiduría, Sabiduría que obsequian los viejos que son tan jóvenes, (¡fue increíble! subieron mucho más antes las cuestas que yo, y tienen la energía de un joven, jajaja) tuve el honor de poder beber de su sabiduría antológica… y al ocultarse el sol, una maravillosa invitación para danzar junto al fuego, ese fuego que, parafraseando al Maestro: “Que ilumina en lugar de quemar, el fuego que construye en lugar de destruir… el fuego sagrado que es el alma, donde vive para siempre la inteligencia, alimentada por el universo desde hace tantos siglos”, Fue una invitación para tomar sus concejos, de disfrutar de sus anécdotas… entonces, pude saborear la paz, la paz que enriquece, que purifica el espíritu… espíritu al que ordenaron que sea libre, libre para ser feliz… feliz para contagiar a los demás, fácil y naturalmente, a ser realmente humilde porque es una manera de armonizar diferencias y para enaltecer el alma, me enseñaron a ser siempre agradecido, que lo poco que tengo es mucho y que hay que darse cuenta de eso…

viernes, 3 de diciembre de 2010

TENER MADRE
Tener madre es tenerlo todo, tener madre es lo que nos iguala a todos los seres humanos, sin distinción de raza, sexo o religión. Es la “constitución” más respetuosa con la verdad. Nadie existe sin madre, a nadie se le priva de tenerla.

Tenerla es el todo. Goza uno de su calor, de su leche, de su cariño, de su abrigo, de su enseñanza, de su cobijo, de su preocupación, de su guía, de su confianza, todo, que en definitiva es, de su amor. Mucho más que lo que pedimos al nacer nos ha de dar. A veces hasta la vida para que nosotros podamos ser.

La tenemos al nacer y sigue presente en todos nuestros actos mientras vive. Nunca desaparece su amor y, por tanto, es nuestro más seguro patrimonio, imperecedero. Todo podemos perderlo menos la madre. Si ella falta sólo será por mandato divino, cuando acuda al Padre a rendir las últimas cuentas de su maravilloso quehacer.

El Día de la Madre, es un día ideal para homenajearla, decirla que la queremos, que agradecemos sus desvelos por nosotros y que sabemos muy bien el significado de su presencia, así de cómo su ausencia lo saben perfectamente los que ya no la tienen cerca.
La madre preside toda nuestra existencia pues fue ella quien nos la brindó.
Sincero homenaje a quien es el nudo que nos enganchó a la vida, quien no paró de serlo hasta estar segura de que teníamos vida, ánimos y fuerzas para caminar solos. Cambió el nudo por el compromiso de velar, de seguir, de observar ese caminar y lo hizo igual de bien que cuando era la única mano, el único cordón, que nos enganchaba a la vida. ¡¡Qué ejemplo!! Que muchas mujeres no quieren ser.

Madre es una de las palabras más bellas, con más significado, una de las que más veces pronunciamos a lo largo de nuestra existencia. Hoy adquiere una dimensión especial por ser su día, puesto que el día de la madre será todos los días mientras existan hijos que las amen. Repitámosla con fuerza y cariño, con entrega y amor. Los mismos que ella supo depositar sobre nosotros sin esperar que fuera nuestro día; siempre, día a día.

¡¡Te quiero madre!! Es el mejor regalo que hoy puedo entregarte, sabedor que es también el que más esperas, el que más deseas. Vive este día como aquél en el que somos los hijos quienes tenemos la obligación de celebrar, de mantener el preciado regalo de la vida que nos diste. Todos los nacidos tienen hoy esa cita y ese deber.

A la mía le dedico estas líneas, pero también a todas cuantas lograron, y supieron, que ser madres era el mayor regalo que les dio Dios y que podían repartir. Gracias a todas por vuestra generosidad. Siempre. Y evoco, en este día, la remembranza de aquel 8 de diciembre en que, el mundo cristiano, celebraba el DIA DE LA MADRE.

miércoles, 25 de agosto de 2010

AGNES GONXHA BOJAXHIU


El día 26 de agosto podría ser una fecha cualquiera pero, engalana este día el nacimiento de un ser absolutamente irrepetible al que, al nacer, en la actual Macedonia, su tierra, la bautizaron como Agnes Gonxha Bojaxhiu, nombre y apellidos que quedarían como anécdota para su pasaporte porque, desde muy pronto, el mundo le conoció como LA MADRE TERESA DE CALCUTA.



Se cumplen ahora los primeros cien años del nacimiento de esta mujer y, el mundo lo sigue celebrando. Es más, este acontecimiento alcanza rangos de epopeya puesto que, no todos los siglos tenemos la fortuna de contemplar el nacimiento de una persona de la talla humana de esta mujer virtuosa que, de su vida, hizo un ejemplo para los demás; su existencia, consagrada a favor de los pobres es la que le dio luz a su peregrinar por el mundo.



Pasarán siglos y el mundo seguirá recordando a esta singular mujer a la que guió Dios como norte de los más pobres del universo. La llamada divina apreció en aquella mujercita casi desvalida, un ser casi insignificante para que, pasado los años, el mundo le viera como la más emblemática entre las grandes; hasta los magnos mandatarios de cualquier nación, ante La Madre Teresa, se inclinaban en señal de respeto. El Santo Padre, Juan Pablo II, cuando se veía junto a Teresa se sentía un discípulo de la misma.




Beatificar a la Madre Teresa tras su muerte, aún siendo el más preciado galardón que la Iglesia pudiera concederle, jamás reconocimiento alguno podría equipararse con la grandeza humana de esta mujer irrepetible que, en su existencia, además de consagrar su vida hacia los que más la necesitaban, por la noches y a modo de reflexiones, nos hacía partícipe de su vida a modo de pensamientos del alma. Para La Madre Teresa nada pasaba por alto; todo tenía un sentido y, analizar sus frases era algo así como beber en la fuente de su amor.



Respecto a la política, la Madre tenía un sentimiento muy especial puesto que, cada vez que le preguntaban al respecto, su respuesta, por humana y contundente, no pasaba desapercibida para nadie: “Yo no puedo darme el lujo de la política, una vez estuve cinco minutos escuchando a un político y, en esos cinco minutos se me murió un viejecito en Calcuta” O sea que, el amor, para ella, privaba antes que todo.



Su humanidad era tan grande que, muchos, cuando le veían bañar a los leprosos le confesaban que no harían dicho trabajo ni por todo el dinero del mundo, mientras que la Madre sentenciaba: “Tiene usted razón; yo tampoco bañaría un leproso ni por un millón de dórales porque a un leproso solo se le puede bañar como hago yo, por puro amor”



Cuando se le entregó el Premio Nóbel de la Paz, sin duda alguna, el galardón que reclamaba el mundo para su persona, por vez primera, un premio le hizo feliz: “No me interesa premio alguno, pero con este dinero podré comprar mucha comida para los pobres y mis niños hambrientos; el premio será para ellos que, en verdad, tanto lo merecen”



La pobreza, para la madre no resultó nunca un castigo, más bien, una bendición. “Cuando menos poseamos –decía- más podremos dar; parece un imposible lo que digo, pero es una bendita realidad. Cuando yo me creía sumida en el más grande caos económico, llegaba Dios y me daba la solución” Su filosofía, tan bella como su existencia es la que ennobleció a los corazones de buena voluntad que, para dicha universal, siguen moviendo el mundo.



La Madre Teresa, trabajadora infatigable, una persona que, al respecto, tenía todas las licencias que hubiera querido permitirse y, (¿alguna vez alguien le pidio pasaporte o documentos de identificación?) solía decir: “Hagamos cosas pequeñas, pero con desmedido amor para que, llegado el momento de la muerte no se nos juzgue por la cantidad de trabajo realizado que, si bien es importante, si se nos juzgará por la dosis de amor que en dicho menester hayamos entregado”



Cien años cumplimos desde que recibimos aquella bendición llamada Teresa, la que se mudó cuando tenía 87 años porque, junto a Dios, con toda seguridad, sigue iluminando el corazón de las que fueron sus hermanas en la congregación de Las Hermanas de la Caridad para seguir ayudando a los pobres del mundo, de forma muy concreta, en el corazón de la India.


viernes, 25 de junio de 2010

Soy el plagio de mi MADRE



Era un 11 de octubre del año pasado, aún no he logrado olvidar semejante fecha, aquel día una joven señora desprendia alientos con beneplacita pasión, ella se llamaba: María Concepción, ese dia ella recibio la llamada del altisimo PADRE, (creador y fundador de todo lo maravilloso) entonces, Ella partio a su lado. Y digo que era apenas una joven señora, puesto que con 58 años, una persona esta alcanzando a plenitud su madurez, muchos recuerdos su reúnen en mi mente al recordar dicha fecha, el día estaba semicaluroso, radiante, lleno de luz, tenia que ser un día esplendido, puesto que el mundo despedía a un ser humano increible he irrepetible, y lo era por sus acciones. Sin título algúno, sin mas fortuna para dejar a los suyos, sin amasijo de ningún tipo, pero con un tesoro incalculable, que no era otro que su sonrisa y su bondad. Aún tengo el fresco recuerdo de su expresión de su rostro aun despues de muerta, me atrevo a decir que daba la sensación de que nos regalaba su ultima sonrisa. Así se mudo mi MADRE; María Concepción, una señora esplendida, que para mi fortuna, supo marcarme de por vida, y hare lo posible para que todo lo aprendido, brille y perdure en cada momento de mi vida. Lo he dicho anteriormente, el destino me deparó tan solo 26 años junto a tan singular mujer, todavia me bastó y me sobró tiempo para aprender de sus lecciones y pasado el tiempo, seré como bien me lo dijo una amiga, "el plagio de mi MADRE", sin duda alguna, mi título mas bello.


De no haber sido llamada por DIOS en aquella fecha, María Concepción seria ahora mi bella y hermosa viejita del alma. Lo sigue siendo, porque lo mejor de ella vive permanentemente conmigo, (nadie muere si es capaz de vivir en el corazón de cuantos la amaron) y, este es el caso de mi Madre: María Concepción que, amada por muchos y de forma concreta por mi humilde ser, todavia la siento a mi lado, nada a cambiado, estos meses no han podido eclipsar aquel cariño irrepetible que me entregaba, al cerrar los ojos, aún la sigo viendo a mi lado.


No hay muerte, si acaso mudanza es lo que hay, porque como digo, a quien amaste y recibiste su amor, la armonización de almas sigue vigente.


No tengo la presencia física de mi Madre María Concepción, nada es mas cierto; quede huerfano de su persona desde el dia de su mudanza, pero su mágia sigue vigente dentro de mi corazón, ¿cabe mayor dicha? Mueren como digo, los que quedan olvidados, yo por mi parte seguiré recordando a mi Madre como una señal inequivoca que sigue viva eternamente en mí, Mi Madre, por muchas razones, sigue viva dentro de mi corazón y, por supuesto! de cuantos la amaron, en difinitiva sigue descansando junto a DIOS, y la prueba de que María Concepción sigue viva no es otra más que: hace pocos días, me encontré con una señora que gozo de su amistad y tuvo a bien contarme pasajes hermosísimos de lo que supuso su paso por la vida, dicha señora recordó a mi Madre de tal modo que una vez más, la sentí junto a mi, es obvio que mi Madre supo dejar en este mundo la estela de su bondad, la alegria con la que vivió y el amor con los que nos roció a cuantos tuvimos la fortuna de estar a su lado. Cualquier persona tiene derecho a sentir orgullo por su Madre, algo lógico y cabal, pero en mi caso, dicha acción se incrementa cada día mucho más, porque los valores que aprendió María Concepción en los años en que vivió, calaron muy profundo dentro de mi ser. Ella era docta en nada, pero era noble de corazón, en su vida toda, en su bondad, en el amor que regalaba, por lo tanto era sabia como ninguna.


Por miles de razones como digo, me siento el plagio de aquella singular mujer, por lo tanto, ¡soy! ¡claro que sí! también docto en nada, pero fue María Concepción la que me enseño a ser lo que soy, un pregonero, un anunciante, un vendedor de las cosas maravillosas que tenemos y que aún no nos hemos dado cuenta.


Soy desde hace un buen tiempo, un discípulo de mi Madre, puesto que me he dado a la tarea de seguir su filosofía tan práctica, y no es otra cosa que: "vivir con bondad".




Namaste Madre.

miércoles, 16 de junio de 2010

Mi Madre

Mi madre desperto del sueño, ahora vivirá una hermosa, radiante y tranquila eternidad, al lado de su Madre y su Padre, a quienes siempre les fue fiel, caminará al lado de las almas buenas y justas, sera de ahora en adelante un tesoro para el cielo, disfruta de los enormes arboles, musgos que llegan hasta la orilla del rio, el bello sonido del campo, vera las cálidas y cristalinas aguas del cielo, ahora va con su cabello volando con el viento humedo y agradable colandose por su espalda, jugando con los angeles, porque posee una livianidad de joven, y amando todas las maravillas que DIOS le tenia preparado. Ella se declaro viva en el seno del Señor, esa es la sensación mas bella de su existencia, y por supuesto, tuvo miles de motivos. Vivio con humildad, acepto con gracia su enfermedad, supo amar a los suyos con esa intensidad maravillosa, ahora vive, canta y rie, y es inmensamente Feliz es ese lugar que supo ganar con tanta pasión.
En definitiva, muchos sabemos lo que significa un milagro, pero muy pocos lo comprendemos, yo le pedi a DIOS que la alivie en su lecho, El la curo por completo, solo que yo no lo supe entender...

Este es el comienzo de mi historia, ante todo, la presencia de mi madre en mi alma...
NAMASTE MADRE (mi alma reverencia el alma de mi madre)

martes, 8 de junio de 2010

Vivamos el Presente




Cualquier dia de estos, cuando logren armonizar con su alma, al igual que yo, me di cuenta que, "VIVIR", inevitablemente, era mi más grande tarea, en aquella fecha supe encontrarme conmigo mismo. Es ahora cuando, concientizado de la realidad de mi existencia, me sobran argumentos para mirar a mí alrededor. Admiro todo lo bello que la vida me entrega y saboreo dichos manjares. Al final, si uno lo piensa bien, como yo dije, me dediqué sólo a vivir y no tuve tiempo para más. Cuando uno es capaz de discernir sobre sí mismo es cuando logra lo que todos ansían. Miro hacia atrás y, de tal modo, me encuentro y a mi felicidad total tambien. En realidad, yo veo la infelicidad de las personas y, sigo creyendo que lo son por decisión propia. La gente no quiere ser feliz porque se pierden en los matices de lo mundano. Todos corren desesperados en la búsqueda de lo que no hallarán jamás. No somos capaces de regar el jardín de nuestra existencia y vida toda. Se marchitan, por ello, demasiadas ilusiones; mueren deseos, se quebrantan anhelos mientras que seguimos desesperados hacia la locura. Yo quiero ser feliz por decisión propia; no necesito de que me lo impongan y, los demás, si me quieren seguir, alabado sea Dios; más seremos en el camino hacia la dicha. Nunca debemos esperar que los demás hagan por nosotros lo que nosotros jamás hicimos por nuestro propio ser. La vida es una y, en realidad, muy de cada cual y, perderle el respeto es una locura. ¿Qué es lo más valioso de nuestro propio ser? Por ejemplo, ¡usted, que esta leendo estas letras! ¿No se ha dado cuenta? ¿Actúa por su sabia decisión? No espere a nadie. Los que tengan que venir, llegarán solos. La vida es perfecta; los imperfectos somos los humanos, en realidad, los que lo complicamos todo. ¿Ha conocido alguna vez a un niño infeliz? ¡Nadie! Siendo así, la lección está clarísima. Es verdad que todos no podemos darnos el lujo de ser niños nuevamente pero, cuando menos, aceptemos que los que lo son, son felices como nadie, tienen un porvenir basado en la felicidad. ¿Cabe mayor dicha? Esto, tomado como lección, no deja de ser una obra de arte. Si los que no tienen nada son felices, ¿Cómo es posible que los que lo tenemos todo nos sintamos infelices, por tanto, incapaces de regar el bello jardín de nuestra vida? Hasta de la miseria y de la crisis se puede tomar la más grande lección; sí, dicha crisis hasta puede liberarnos de ataduras y de cosas materiales que, como la vida nos demuestra. Siendo así, cuando pierda algo entenderá que perdió algo que no necesitaba. En realidad, ¿donde vive la alegría y la felicidad? Entre los más pobres. Los ricos no serán felices nunca porque viven obsesionados junto a todo lo material y, como ya lo dije antes, (yo conozco a mucha gente pobre llena de dinero), el precio que tienen que pagar no es económico; es la desdicha de sus almas que, por acumular cosas materiales, jamás conocieron la felicidad. Y aquellas personas, viviendo en casas semidestruidad por las tormentas, tenían una alegría indescifrable. O estos días que estoy viajando mucho a los departamentos de Guatemala, muchos lugares pobres, llenos de personas que comen una vez al día, pero con la mirada cargada de alegría y sonrientes. Aquellas personas me enseñaron saber vivir sin apegos materiales, por tanto, llenos de felicidad. El día que aprendamos a gozar de un amanecer, de la risa de un niño, del canto de los pájaros, de contemplar el caudaloso río, de dejarnos acariciar por las olas del mar, de una puesta de sol, de un trozo de pan ganado con sudor, del amigo que se lo ha entregado todo a cambio de nada, de seguir rezando en cada amanecer por la bendición de nuestra salud; ese día habremos logrado la felicidad total. El camino, como vemos, es muy sencillo; disfrutémoslo. No pongamos obstáculos ni echemos piedras sobre ese jardín maravilloso que es la propia vida. Todo esto podria resumirlo a esta frase: Vivamos el presente, es ahí donde pasaremos el resto de nuestra existencia.